lunes, 14 de noviembre de 2011

EL SECRETO DE LA FELICIDAD :)

foto de Silver

Cierto mercader envió a su hijo con el más sabio de todos los hombres para que aprendiera el Secreto de la Felicidad. El joven anduvo durante cuarenta días por el desierto, hasta que llegó a un hermoso castillo, en lo alto de la montaña. Allí vivía el sabio que buscaba.

Sin embargo, en vez de encontrar a un hombre santo, nuestro héroe entró en una sala y vio una actividad inmensa; mercaderes que entraban y salían, personas conversando en los rincones, una pequeña orquesta que tocaba melodías suaves y una mesa repleta de los más deliciosos manjares de aquella región del mundo.

El sabio conversaba con todos, y el joven tuvo que esperar dos horas para que lo atendiera. El sabio escuchó atentamente el motivo de su visita, pero le dijo que en aquel momento no tenía tiempo de explicarle el Secreto de la Felicidad. Le sugirió que diese un paseo por su palacio y volviese dos horas más tarde.

—Pero quiero pedirte un favor—añadió el sabio entregándole una cucharita de té en la que dejó caer dos gotas de aceite—. Mientras caminas, lleva esta cucharita y cuida que el aceite no se derrame.

El joven comenzó a subir y bajar las escalinatas del palacio manteniendo siempre los ojos fijos en la cuchara. Pasadas las dos horas, retornó a la presencia del sabio.

—¿Qué tal?—preguntó el sabio— ¿Viste los tapices de Persia que hay en mi comedor? ¿Viste el jardín que el Maestro de los Jardineros tardó diez años en crear? ¿Reparaste en los bellos pergaminos de mi biblioteca?

El joven avergonzado, confesó que no había visto nada. Su única preocupación había sido no derramar las gotas de aceite que el Sabio le había confiado.

—Pues entonces vuelve y conoce las maravillas de mi mundo, dijo el Sabio. No puedes confiar en un hombre si no conoces su casa.

Ya más tranquilo, el joven tomó nuevamente la cuchara y volvió a pasear por el palacio, esta vez mirando con atención todas las obras de arte que adornaban el techo y las paredes.

Vio los jardines, las montañas a su alrededor, la delicadeza de las flores, el esmero con que cada obra de arte estaba colocada en su lugar. De regreso a la presencia del Sabio, le relató detalladamente todo lo que había visto.

—¿Pero dónde están las dos gotas de aceite que te confié?, preguntó el Sabio. El joven miró la cuchara y se dio cuenta de que las había derramado.

—Pues éste es el único consejo que puedo darte —le dijo el más Sabio de todos los Sabios—. El Secreto de la Felicidad está en mirar todas las maravillas del mundo, pero sin olvidarse nunca de las dos gotas de aceite en la cuchara.

“El Secreto de la Felicidad está en saber disfrutar de los grandes placeres de la vida sin olvidar las pequeñas cosas que tenemos a nuestro alcance"...

Paulo Coelho

jueves, 10 de noviembre de 2011

REGÁLAME



Gracias a Alforte por el descubrimiento de esta maravilla

Esta noche, mientras escuchamos la música de piano de fondo, regálame tu mirada, esa que me hace sentir el ser más especial del universo. Regálame tu sonrisa, que provoca que la mía aparezca de manera instantánea. Regálame tus manos, que acarician suave y dibujan mi piel. Regálame tus brazos que me rodean decididos a abrazarme fuerte para mantenerme pegada a ti. Regálame tu cuerpo, que me eleva a las alturas y me hace eclosionar como una crisálida. Regálame amaneceres y atardeceres cómplices.
Mi amor... regálame tu amor....


"Vení a dormir conmigo:
no haremos el amor, él nos hará"
Julio Cortázar

martes, 1 de noviembre de 2011

Y VOLAR.......


foto de Silver

Mi queridísimo amigo Ut me regala canciones de todos los estilos. Unas veces sólo porque la canción le encanta, otras, como ésta, por el mensaje de la letra. Todas para mí son tesoros, algunas me levantan el ánimo y no puedo evitar tararearlas y bailarlas todo el día, otras, como ésta, me emocionan.

Camino y camino pero no levanto el vuelo, levanto un
castillo de ilusiones y sueños con mis manos sola en
mi silencio
Y volar y acariciar el cielo con mis manos y olvidar
mi dolor, inventar horizontes nuevos. Y cantar y
hasta romper mi voz gritando y vencer al amor...y
vencer al amor...

No sé si algún día podré vencer al amor, yo más bien lo que he intentado siempre es ir de su mano.





"Nunca desperdicies la oportunidad de expresar tu amor"
H. Jackson Brown Jr