Después de colocarse el vestido de muselina negro y un poco del perfume que tanto le gustaba se miró al espejo satisfecha, sonrió, sabía que el conjunto negro con liguero que se había comprado la tarde anterior le volvería loco.
Mientras esperaba su mente repasó sus intenciones… después de la cena le ofrecería un masaje para destensar sus músculos del estrés del trabajo. Antes prepararía un par de infusiones bien calientes. Empezaría quitándole la ropa muy despacio, con cada sorbo le besaría dejando caer unas gotas del líquido caliente en cada palmo de piel que sus manos fueran descubriendo. Cuando su piel quedara completamente desnuda dejaría que él la desvistiese despacio, esa noche no habría prisas, disfrutaría de cada cm de su piel…impregnaría su cuerpo de aceite de canela y vainilla y le daría un masaje…piel con piel…. El sonido de su móvil la devolvió a la realidad, era él, no podría venir, le había surgido imprevistos, aún así no recordaba haber acordado con ella que llegaría pronto. Derrotada se desvistió despacio mientras las lágrimas dibujaban surcos en sus mejillas, de nuevo sucedía, él huyendo del amor, cansado de amar por miedo a sufrir….
"Es necesario correr riesgos. Sólo entendemos del todo el milagro de la vida cuando dejamos que suceda lo inesperado"