LA PALABRA

Os habéis fijado en cuánto poder tiene la palabra? podemos contar un mismo hecho de muchas formas y de ellas dependerá el resultado de como lo aprecie el receptor del mensaje.

He sufrido a veces, me imagino que como todos, la mala interpretación de mis palabras. Cuando deseas decir algo sin ninguna mala intención, sino más bien todo lo contrario, con ánimo de agradar o de charlar simplemente y ves por parte del receptor una defensa o incluso un enfado te sientes perdido, intentas explicarte pero parece empeorar la situación, no sabes donde meterte o qué hacer para dejar clara tu inocencia y al final entiendes que lo mejor es dejarlo como está.

El problema es que dejarlo como está implica que el receptor se quede con el mensaje equivocado y tu dolido porque piensas haberte explicado claramente... Desde luego visto así es una responsabilidad, porque una palabra puede provocar una guerra o proclamar la paz, puede unir o separar definitivamente a dos personas, puede herir a alguien para siempre o puede proporcionar el más grande de los consuelos....

Entenderéis entonces por qué me quedo con los gestos, aún a riesgo de equivocarme al interpretarlos. Una mirada, un abrazo, una caricia, un apretón de manos.... esos gestos que hablan de sentimientos sin necesidad de intérprete.

Aún así mientras nos sigamos comunicando por medio de la palabra estaría bien recordar el cuento sufí que compara una verdad con una piedra preciosa, si la lanzas a la cara puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, con toda certeza, será aceptada con agrado.

imagen sacada de soygik.com