Esta mañana escuchaba en la radio al director de una conocida revista explicar que actualmente los médicos españoles están aconsejando nuevas y sorprendentes terapias a sus pacientes como comer chocolate, acariciarse o quedar con los amigos.
Resulta curioso y algo triste que sea un señor de bata blanca el que nos tenga que recordar que no debemos dejar de lado lo más importante, nosotros mismos. Los horarios, el estrés, el afán de tener un poco más, el afán de superarnos, de ser mejor que el vecino, de conseguir, de escalar.... nos deja sin fuerzas y sin energía para cuidarnos, mimarnos, homenajearnos con caprichos y cuidados. Nos olvidamos de nosotros y nos volvemos grises autómatas.
Quizá sea un atrevimiento por mi parte pero os invito a que al menos durante un par de semanas os deis un capricho diario.... no sé.... puede ser un baño de espuma con aceites, un concierto, tumbing en el césped, lo que más placer os proporcione. Y sobre todo, probar a guardaros una horita al día para vosotros, para no hacer nada, para no pensar, aunque sea en dos medias horas o en 4 cuartos, pero que al final del día hayáis tenido una hora para vosotros en la que no hayáis atendido teléfonos ni hayáis dejado a vuestra mente que os ataque con las facturas pendientes o las cosas que faltan por hacer.
Yo por mi parte me comprometo a hacerlo, me daré un homenaje diario y regalaré a mi mente una hora de inactividad. Ya os contaré.
Resulta curioso y algo triste que sea un señor de bata blanca el que nos tenga que recordar que no debemos dejar de lado lo más importante, nosotros mismos. Los horarios, el estrés, el afán de tener un poco más, el afán de superarnos, de ser mejor que el vecino, de conseguir, de escalar.... nos deja sin fuerzas y sin energía para cuidarnos, mimarnos, homenajearnos con caprichos y cuidados. Nos olvidamos de nosotros y nos volvemos grises autómatas.
Quizá sea un atrevimiento por mi parte pero os invito a que al menos durante un par de semanas os deis un capricho diario.... no sé.... puede ser un baño de espuma con aceites, un concierto, tumbing en el césped, lo que más placer os proporcione. Y sobre todo, probar a guardaros una horita al día para vosotros, para no hacer nada, para no pensar, aunque sea en dos medias horas o en 4 cuartos, pero que al final del día hayáis tenido una hora para vosotros en la que no hayáis atendido teléfonos ni hayáis dejado a vuestra mente que os ataque con las facturas pendientes o las cosas que faltan por hacer.
Yo por mi parte me comprometo a hacerlo, me daré un homenaje diario y regalaré a mi mente una hora de inactividad. Ya os contaré.
Ahora os dejo mi capricho de hoy me espera
imagen sacada de mundopoesía.com
1 comentario:
Que buena idea!!!! y que razón lleva el de la bata blanca. Yo también me comprometo a darme un capricho diario aunque aún no se cual.
es cierto que muchas veces las obligaciones y responsabilidades ocupan la mayor parte de nuestra vida y no tenemos tiempo para lo más importante, disfrutar.
Muy interesante tu entrada
Un beso
Ut
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